El acceso a un aborto seguro es justica

Para una mujer tomar la decisión de abortar no es nada fácil, no porque las mujeres no sean capaces de decidir qué es lo mejor para ellas en ese momento, sino por todas las barreras y el estigma al que se enfrenta al buscar terminar un embarazo no deseado.

Abortar es un derecho que se nos ha negado a las mujeres y por el que hemos luchado con fervor.  En los últimos años ha habido una embestida contra conquistas alcanzadas por los movimientos feministas y de mujeres, esto debido al avance de gobiernos y grupos antiderechos, que se empeñan en controlar la autonomía de las mujeres. Es preocupante como estos grupos que amenazan la garantía de los derechos humanos están escalando y como los Estados se hacen cómplices, al negarles a las mujeres los derechos a acceder a un aborto seguro.

En países como República Dominicana, El Salvador y Honduras, existe un ambiente muy restrictivo del aborto que pone el riesgo la vida y la salud de las mujeres, porque las obliga a acudir a métodos inseguros para interrumpir un embarazo, en Honduras incluso esta prohibido el uso de las pastillas de emergencia por considerar que esta pastilla es abortiva, criterio que está en contra de toda evidencia científica.

Negar a las mujeres el derecho a un aborto seguro es violar el derecho a la vida, a la salud, a la dignidad, a la integridad incluso es un acto de discriminación contra las mujeres según indica El Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer  (CETFDCM) el cual  especifica que “la negativa de un Estado Parte a prever la prestación de determinados servicios de salud reproductiva a la mujer en condiciones legales resulta discriminatoria”[1]. Obligar a las mujeres a mantener un embarazo no deseado es violencia institucional contra las mujeres.

Ante esta situación las mujeres han tenido que recurrir a la autodefensa feminista, desarrollando en Latinoamérica y otras partes del mundo iniciativas que dan información, apoyo y facilitan a otras mujeres el acceso a un aborto seguro. Estos grupos significan para las mujeres la recuperación de la autonomía que el sistema patriarcal nos ha arrebatado durante años, son un acto de justicia ante Estados injustos que nos niegan el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.